Imagina que un día, de pronto, empiezas a notar picazón, molestias al orinar o una sensación extraña en tu zona íntima. Te sientes incómoda, insegura y un poco avergonzada. Tal vez lo primero que piensas es: “¿Habré hecho algo mal?”. Pero no, no es culpa tuya. Lo más probable es que estés enfrentando algo muy común entre mujeres de todas las edades: la candidiasis vaginal.
Hablar de salud íntima no debería darnos apuro. De hecho, cuanto más sepamos, más fácil será cuidarnos y acudir por ayuda cuando algo no va bien. Por eso, aquí tienes respuestas claras y directas a las 20 preguntas más comunes sobre la candidiasis vaginal, con un lenguaje sencillo y profesional, para que entiendas qué es, por qué pasa y cómo tratarla sin miedo ni tabúes.
Es una infección causada por el hongo Candida albicans, que normalmente vive en nuestra vagina sin generar problemas. Cuando hay un desequilibrio (por ejemplo, tras tomar antibióticos o por cambios hormonales), este hongo se multiplica y causa molestias.
No. No necesitas haber tenido relaciones sexuales para tener candidiasis. Aunque puede aparecer después del sexo, no se clasifica como ITS.
Sí, muchas mujeres sufren candidiasis varias veces al año. Si pasa con frecuencia, conviene consultar para buscar una causa más profunda.
Un profesional hará una exploración y, si hace falta, tomará una muestra del flujo para confirmarlo bajo el microscopio o con cultivo.
Con antifúngicos, que pueden ser óvulos vaginales, cremas o pastillas. Nunca te automediques sin estar segura de que es candidiasis.
Sí. Algunas claves:
No es una infección “contagiosa” como la gripe. Pero sí puede transmitirse en ciertos casos si hay contacto directo con la zona infectada, especialmente si hay relaciones orales o genitales.
La candidiasis produce flujo blanco sin olor y mucho picor. La vaginosis bacteriana suele tener flujo grisáceo con olor fuerte a “pescado”. Ambas requieren tratamientos diferentes.
Se recomienda evitarlas mientras duren los síntomas, ya que puede ser doloroso e incómodo.
Sí, es común por los cambios hormonales. Aunque no suele afectar al bebé, es mejor tratarla correctamente durante la gestación.
Sí, aunque es más raro. Puede causar enrojecimiento o sarpullido en el glande.
Sí. El hongo Candida se alimenta de azúcar, así que una dieta muy azucarada o una diabetes mal controlada puede favorecer la infección.
Sí. El estrés baja las defensas, y eso puede facilitar que la Candida crezca sin control.
Sí. Infecciones como la tricomoniasis o la vaginosis tienen síntomas parecidos. Por eso, no hay que autodiagnosticarse.
Algunos pueden aliviar (como baños con bicarbonato o yogur natural), pero no sustituyen un tratamiento médico.
Puede empeorar y causar molestias persistentes o incluso pasar al torrente sanguíneo si el sistema inmune está muy debilitado (muy raro en personas sanas).
Sí, pueden ayudar a restaurar el equilibrio vaginal, pero siempre como complemento, no como tratamiento principal.
Aquí tienes un artículo sobre otra infección frecuente:
👉 20 preguntas comunes sobre el VPH (Virus del Papiloma Humano)
La candidiasis vaginal es más común de lo que se piensa, y no tiene por qué ser motivo de vergüenza. Conocerla, saber qué la causa y cómo tratarla es parte de cuidarnos y escucharnos. No estás sola, y hablar del tema con normalidad es también una forma de empoderamiento.