Poner límites sin miedo en tu relación de pareja no es egoísmo. Es una forma de autocuidado.
Y, aunque al principio dé vértigo, también es un gesto de honestidad hacia ti y hacia la relación. Muchas veces, el miedo a establecer límites nace de nuestra historia: de cómo aprendimos que amar significaba ceder siempre, callar o conformarse. Pero amar no es borrarse.
Como terapeuta, he acompañado a muchas personas que comparten un mismo malestar:
“Si pongo límites, parece que estoy siendo mala o egoísta.”
“Me cuesta decir lo que necesito sin sentir culpa.”
“Siento que si soy honesta, se va a alejar.”
Este miedo es comprensible. Sin embargo, poner límites sin miedo en tu relación de pareja es lo que permite que el amor respire.
En parte, porque nos enseñaron que el amor de verdad “aguanta todo”, y que marcar un límite puede arruinar la armonía. También porque muchas personas crecimos con la idea de que decir “no” es sinónimo de rechazo.
Además, existe el temor a perder al otro si dejamos de complacer. Nos da miedo incomodar, decepcionar o provocar una discusión. No obstante, una relación sana se basa en la autenticidad, no en el sacrificio constante.
Cuando evitamos establecer límites:
El resultado: nos desconectamos de nosotras mismas.
Una relación en la que no puedes ser tú, es una relación donde no puedes crecer.
Aquí te comparto algunas claves prácticas para comenzar:
No es lo mismo decir: “Nunca me escuchas” que:
“Me gustaría que cuando hablo, me mires. Me hace sentir más conectada contigo.”
La forma importa tanto como el contenido.
Si estás muy molesta, tómate un tiempo. Respira. Después, comunícalo desde un lugar más tranquilo. El límite no debe convertirse en reproche, sino en expresión clara.
Pregúntate: ¿Qué es lo peor que puede pasar si pongo este límite? ¿A qué le tengo miedo realmente? Cuando nombras tu miedo, le quitas poder.
Una pareja que te quiere de verdad no se va a romper porque expreses lo que necesitas. De hecho, es ahí cuando el vínculo se fortalece.
Poner límites sin miedo en tu relación de pareja es una forma de decir: “Quiero seguir compartiendo contigo, pero sin dejarme de lado”.
No es una barrera, es un puente que te conecta desde un lugar más auténtico.
Recuerda: quien se aleja porque pones un límite, no está rechazando tu amor, está evidenciando que solo lo aceptaba bajo ciertas condiciones.
En sesiones terapéuticas trabajamos juntas este tema: cómo decir lo que necesitas, con seguridad, sin culpa, y desde el amor propio.
👉 Reserva tu sesión aquí y empieza a cuidar el vínculo más importante: el que tienes contigo.